Te extraño mucho ... no lo digo muy seguido, me hago la fuerte, sonrío cuando pienso en ti y al voltear una esquina, se me escapa un lagrimón.
Compro las galletitas en la misma panadería de Azángaro donde íbamos con mi papá pero tú ya no estás, él ya no jala y se cansa rápido. De todos modos voy, compro la misma bolsa de galletitas y me siento a esperar a verte en algún rostro. Y de tanto desearlo, te veo, en la que está a mi costado, en la que pasa con su bebe en brazos, en la que vende comida, en la que me mira detrás de sus anteojos y de pronto un espejo devuelve mi reflejo y te encuentro a ti en mis ojos. Es verdad, tú no te has ido, siempre estás y estarás conmigo, porque el amor de madre, el amor verdadero nunca muere.
Hermosas palabras salidas del corazón, la gran mayoría de seres humanos tenemos la intuición que seguimos conectados con los seres queridos que regresaron antes a casa. Me imagino que en un mundo de ciegos habrán algunos que diran que la luz existe y otros que no porque no la pueden ver. Al igual ellos estan allí acompañándonos y solo podemos sentir cuando estamos muy despiertos el suave murmullo de su amor.
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